martes, 30 de noviembre de 2010

Rosa Branca


¿Quién dijo que el fado fuera triste? Esta noche Mariza ha hecho bailar a miles de personas en el Coliseu dos Recreios en Lisboa con Rosa Branca, interactuando con el público, buscando la conexión con la gente e incluso atreviéndose a corregir a quienes improvisaban el estribillo. La mozambiqueña ha contado que en su nuevo disco 'Fado Tradicional' recuerda su infancia en la tasca lisboeta de sus padres, en la Mouraria, donde aprendió a escuchar y a cantar fado, y ha cumplido las expectativas de los asistentes interpretando canciones de Amália Rodríguez y adaptaciones de Pessoa.